Los jovencitos monos siempre están buenísimos, y más si son unos cabroncetes kinky. Hoy tengo a uno conmigo. Un chico joven, agradable y dulce, pero también un viejo zorro astuto. Alex Faux está haciendo porno normal, porno fetichista, trabajando como acompañante y además disfrutando una vida kinky privada. Hola, Alex, ¿cuándo tuviste tus primeras experiencias bdsm y cómo fueron?
Hola, bueno, mi primera experiencia kinky… guay, fue hace ya bastante. Yo tenía diecisiete años y estaba con un ex… habíamos estado juntos unos seis meses y siempre habíamos hablado sobre el bondage… teníamos muchas ganas, así que compramos cinta de embalar y me ató desnudo a la silla… con el culo expuesto por la trasera de la silla, me folló desde atrás sin piedad, yo no tenía absolutamente ningún control y sentía mi polla latir, fue tan cachondo…
después de un rato extendió el brazo y empezó a pajearme y fui incapaz de controlarme; en ese momento me di cuenta de que no era más que un chavalillo que necesitaba a un hombre grande y fuerte que me pusiera en mi lugar. ME ENCANTA no tener el control.
Suena a un buen comienzo. Creo que el bondage es el primer paso en el sm de mucha gente vainilla. ¿Cuál es, según tú, lo atractivo de estar indefenso y ser usado?
¿Por qué me gusta estar indefenso? Buena pregunta… Creo que, para mí, al menos, es la idea de que estoy haciendo que alguien se sienta bien… La verdad es que me encanta complacer, así que cuando tengo a un buen trozo de carne de tío entre las piernas y las piernas las tengo atadas por detrás de la cabeza, el hecho de que no pueda hacer nada para evitar que este tiarrón haga lo que quiera conmigo es tan caliente… Me gusta cualquier forma de restricción o falta de control que haga que mi agujerito tiemble.
Vaya, eso es algo que a los Amos como yo nos gusta oir. ¿Qué tipo de cosas te gustan y cuáles son tus límites?
Me gusta especialmente el bondage, y el control de respiración con cuerdas o estrangulamiento, no tanto con bolsas o máscaras. Siempre se agradece un poco de dolor con el placer, me gusta sobre todo el juego con los pezones y el flogging. En Boynapped tienen un aparato eléctrico para guiar ganado, y es una PASADA. En cuanto a las limitaciones… con el tío adecuado llego a ir muy lejos, pero no me gustan la sangre ni el scat, las dos cosas me quitan las ganas. La mayoría de las otras cosas se pueden probar en la situación adecuada.
Como dije al principio, estás haciendo porno y también trabajas a tiempo parcial como acompañante. ¿Qué te atrae del hecho de tener sexo con extraños?
Me gusta el sexo anómimo por varias razones. El anonimato está bien porque creo que la situación establece una especie de relación de sumiso y Dominante. Estás sometiéndote a un tío que no conoces, y eso es súper cachondo. Supongo que la idea del anonimato me pone, no tienes ni idea de quién te está follando…Me gusta, pero tambièn me gusta crear conexiones con esta gente que van más allá de la relación sexual, y es muy gratificante conocer a toda esa gente increíble y escuchar sus historias… Toda esta experiencia (el porno y el escorting) ha representado para mí una curva de aprendizaje vertical.
¿Qué has aprendido al hacer porno y trabajar como escort?
¡Tantas cosas! Por ejemplo, el kink lo he aprendido básicamente de boynapped, y es algo que ahora incluyo en mi escorting. Desde bondage a ataduras con cables, látigos, juguetes grandes… Creo que el escorting y el porno no solo han ampliado mi agujero y mis horizontes sexuales, sino que también me han enseñado sobre confianza, sexo y relaciones. Además estoy aprendiendo a editar vídeos en las citas, contratación y muchas otras cosas. Todo esto nunca lo hubiera intentado si no hubiera empezado con el escorting.
Mucha gente dice que hacer porno es una forma de hacerte más atractivo en el mercado de escorting, y una posibilidad de subir el precio. ¿Es esa tu experiencia también?
De hecho, esa es la razón por la que empecé a hacer porno: para promocionarme como escort, y ha sido en general un éxito. Dicho esto, a veces pienso en algunas de mis escenas en la que se ha visto mi psoriasis, y he pensado que igual no era la mejor publicidad. A pesar de esto, el porno es algo que he disfrutado plenamente, pero nunca he querido ser una estrella, no quiero los premios… en realidad hago porno por la gente.
Es un poco como en el sm: en realidad no importa lo que quiera el sumiso. 🙂 Has sido nominado en diferentes categorías en los premios prowler del porno, y a mis ojos, un chavalín tan mono como tú, que está haciendo cosas buenas frente a la cámara, se lo merece. Pero, ¿qué es lo que significa para ti?
Significa mucho. Para ser sincero, solo hice pública una de las nominaciones, y eso veinticuatro horas antes de que cerrasen. Pero no quería estar ansioso, y fui con la misma mentalidad que tengo ahora. Si tengo pocas expectativas, la sorpresa será mayor, y eso es reconfortante. No quiero tener la sensación de que gané porque porque estuve cada día escribiéndole a la gente que “es mi sueño” o que “voten por mí”… ¡quiero sentirme como un ganador!. Quiero que la gente me vote en las categorías porque piense que soy el mejor y debería ganar. Si voy con esa actitud y no gano, entonces sé que necesito mejorar para el año próximo. Y si gano algo, sé que es porque la gente también me quería. Después de todo se supone que es un show de premios porno, no un concurso de popularidad.
¡Me gusta tu modo de pensar. Pero hablemos un poco más de tu trabajo como escort. ¿Crees que tu personalidad sumisa en combinación con tu deseo de servir y complacer hacen que te centres mejor en los deseos y necesidades de tus clientes?
Entiendo totalmente lo que quieres decir. Aunque me gusta cambiar de papel y ser el Dominante, tienes razón, mi objetivo en la sesión es complacer al cliente. Así que sea el fetiche que sea el que están buscando o han pedido… es interesante de verdad, ser Dominante así, pero realmente creo que el objetivo del sumiso es el que crea una experiencia mejor para todos. Busco complacer y complacer me complace.
¿Qué tipo de servicios kinky ofreces como escort?
Como escort, creo que ofrezco algo más que sexo. Ofrezco conversación, exploración sexual, compañía y un buen rato. La primera experiencia kinky de muchos de mis clientes, aunque no todos, es conmigo. Tanto como sumiso como como Dominante. Pero siempre empieza con una charla. Últimamente he estado quedando con mis clientes para almorzar o para unas copas antes de ir al dormitorio. Creo que ayuda a tener una experiencia más genuina y excitante en la cama. Sexualmente como escort soy totalmente versátil, mis únicos límtes son el scat, las marcas y el fisting, todo lo demás (con tiempo y el tío adecuado) entra en el juego. Voy a espectáculos, eventos y cenas con clientes regularmente. Por eso me veo más como un compañero sexual que como un chico de alquiler.
Parece que disfrutas de verdad de tu trabajo. Pero vamos a cerrar la entrevista con una pregunta sobre tu vida como kinkster. ¿Cuáles han sido tus experiencias más calientes como sumiso?
Mi experiencia más caliente como sumiso… buena pregunta. Probablemente fue con un cliente. Tenía una resaca espantosa, había sido una noche movidita, y me desperté unos quince minutos antes de que mi cita comenzase. Me preparé a toda prisa, no sabiendo qué esperar. Me puse ropa interior de rejilla (mi culo está precioso con rejilla), e intenté encontrar mi bolsa de material… le dije el número de mi habitación y en unos minutos aparece un caballero de sienes plateadas. Era muy amable y muy británico (justo mi tipo). Comenzamos con algo de juego de pezones, pero no era el juego normal. Aguantaba el dolor mejor que nadie que yo hubiera conocido, así que mi lado dominante se puso al mando. Le estaba chupando y pellizcando los pezones, mientras que él me repasaba la tripa con una ruleta de pinchos. El dolor era electrizante. Seguimos y seguimos, elevando el dolor y el placer con cada posición, momento en el que él sacó un dildo rojo enorme. ENORME. Después de lubricarlo y de deslizar mis manos por él, empezó a metérmelo. Como soy una perra sumisa, inmediatamente me pasé al lado sumiso. No tuvo que usarlo mucho tiempo, exploté. Sin tocarme. Esparciendo todos mis pegajosos fluidos sobre mi cuerpo. Entonces fue su turno. Me encanta complacer, así que tenía ganas de soltase también una buena. Después de sondarle un rato, su polla empezó a temblar. Me pidió que se lo sacara y que le terminase, y por supuesto, le hice los honores. En unos momentos soltó una corrida el doble de la mía… Nos limpiamos y me dejó una enorme propina. Sigo viéndole y explorando el dolor y el placer con él…Sin duda la mejor experiencia kinky que he tenido.